Sir Howard: It is the truth, Cicely, and nothing but the truth. But the English Law requires a witness to tell the whole truth.
Lady Cicely: What nonsense! As if anybody ever knew the whole truth about anything!
- George Bernard Shaw, Captain Brassbound's Conversion
- Anteanoche te soñé.
- ¿Me soñaste? ¿O soñaste conmigo?
- ¿La diferencia?
- Oh, bueno, si soñás conmigo es porque estoy ahí, ejerciendo aquello que sea que ejerza...
- Callate, prefiero no saberlo a escucharte cuando te ponés así. Soñé y vos estabas en el sueño.
- ¿Un buen sueño?
- Sinceramente no lo recuerdo.
- Oh.
- ¿Oh?
- Psssé... es algo desmoralizante estar en un sueño sin trascendencia.
- Debe haber estado bien. Desperté de buen ánimo.
- Pero no lo recordás.
- Algo... había cactus... cuando son muchos, ¿cómo se dice?
- Cactuses y cactus son correctas.
- Bueno había cactus, pero varios, y pájaros marrones y estaba yo con un vestido amarillo muy corto y los pies descalzos y había mucho sol y un río muy finito de agua clara.
- La palabra es angosto. ¿Y yo?
- ¿Qué?
- ¿Qué hacía?
- No lo recuerdo.
- Oh.
- La cosa es que los cactus brillaban muchísimo, eran de un verde que no parecía vegetal. Y eran lindísimos. Y olían bien. El agua olía bien. Y yo jugaba con los pies descalzos contra los cactus y no me pinchaban y me daba un frescor súper lindo que me subía por las piernas y se me metía por dentro de los muslos. Creo que no usaba bombacha.
- ¿Y yo?
- Vos seguro usabas bombacha.
- ...
- No, posta, no recuerdo ni cuándo ni cómo ni dónde ni de qué manera estabas.
- Pero, ¿Estaba?
- Sí, seguro. Sencillamente no puedo recordar nada concreto. Están esas imágenes y sensaciones.
- OK. Cactus.
- Sí. Frescos como pepinos en ensalada.
You have called me here, Haroun. It is unwise to summon what you cannot dismiss.
-Dream, in SANDMAN #50: "Ramadan"
- ¿Alguna vez viste Siberia?
- No.
Veo Siberia.
Es lo más cercano a ver el Infinito a lo que creo haber llegado. Una extensión imposible de nieve gris y de nieve blanca, con desprolijos islotes de pinares desparramados de manera insuficiente. Veo/siento la falta de vida. Lo que no está hecho para el hombre. Lo inaccesible. La AUSENCIA. Me sacudo el frío y la tristeza, me deshago de lugares que jamás fueron pisados, de cosas blancas y húmedas y sin dueño y vuelvo.
- Mierda.
Digo.
- ¿Alguna vez viste el Águila?
- Sí. Ví. No a la de los norteamericanos, que imagino que debe ser el águila idea...
- No. No una águila. El Águila.
- No.
Veo el Águila.
Siento lo rapaz y el matrimonio con el viento. Siento lo caliente del vientre abierto de la serpiente y la Visión que se estira y se desdobla y se curva hasta el horizonte. Sé predador, sé implacable, sé Señor de vastas extensiones de aire, que es el Universo, eso siento/escucho dentro mío. Siento el tarso poderoso y desgarrador, siento el polvo del aire y entiendo el grito que llama a la soledad y el grito que llama a la compañía. Siento la satisfacción de la espera paciente y el deseo ardiente de tener crías, de perpetuar la historia de plumas y músculos y picos y garras que se viene tejiendo durante cientos de miles de años. Siento la Singularidad de El Águila y vuelvo.
-Mierda.
Digo.
- ¿Alguna vez lo viste a Él?
Sonrío. Por dentro. Tengo miedo y ansiedad.
- No. Traté, pero siempre se me escapa.
Sonrío. Por fuera.
Veo a Él.
Veo la asombrada infancia y lo inquebrantable de la hermandad. Veo/siento el calor de la cocina y la canción materna al preparar la cena. Veo una pelea temprana y un llanto solitario en las privadas ramas de un árbol mágico. Veo la vertiginosa adolescencia y el ardor por encajar, veo la música y la censura, veo el deseo y la forma en la que crece la imagen de la mujer. Veo la admiración y la vergüenza. Veo el compromiso con sus valores y el dolor del rechazo. Veo las promesas y el imprudente uso del todo y del para siempre y del nunca. Veo lo negro del orgullo. Veo la entrada de gala al Mundo y la forma en la que las cosas se hacen viejas y se ensucian y se orinan y se corrompen. Veo la forma en la que la Vida mata todo lo que está mal y la redención con una sonrisa y un lento acariciar a cabellos ajenos. Veo sus fortalezas y sus vergüenzas, veo sus días de brillo y sus abismos insondables. Veo el cansancio de abrazar y veo la limpieza de sol que el amor le da a un montón de patear sin sentido. Veo el Jardín y la plenitud del tándem. Veo la forma en la que el Jardín decae y las sombras crecen. Veo/siento sexo y necesidad y una sonrisa, que es lo único que no va a cambiar jamás. Veo un pene y un cigarrillo y unos ojos hambrientos y cientos de miles de palabras de lustre variado que son escudo y arma y maldición y amor y vuelvo.
No fue tan difícil.
- Mierda.
Digo.
- ¿Alguna vez la viste a Ella?
Me pregunta Ella, con la misma voz que le conocí siempre.
- Sí. Dos veces.
La veo a Ella.
Despierto.
- Mierda.
Digo.
If I can't picture it, I can't understand it.
- Albert Einstein
- Soñé música.
- ¿Con música?
- No. Música. Y nada más.
- ¿Cómo es?
- No encuentro ninguna forma de decírtelo.
- Música. Sin espacio. Sin arriba ni abajo.
- Música. Pura.
- Sin color, sin calor.
- Ahá. Cuanto más avanza el día más se me escapa. En algún momento voy a confundirlo con todo lo demás y voy a olvidarlo. Pero la soné, te juro.
- Puedo imaginármelo. Nunca me pasó. Y parece inasible, pero puedo pensar y creo que puedo imaginarlo.
- Gracias.
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