Milton no comprende el spam. Dice no creer en tal cosa.
Milton es un bicho curioso. Bah, bicha. Curiosa.
Se toma su tiempo y unas tres o cuatro tazas de café para contestar puntualmente toda correspondencia que llegue a su casilla. Spam, cadenas, publicidades, etc.
Transcribo, para ilustrar:
“Estimado Out of Liabilities
Saludos cordiales.
Con respecto a su mail que tiene por título: “Be a real man, enlarge your penis”, me gustaría hacerle algunas consideraciones, dadas mis circunstancias.
La verdad es que considero poco probable (para no usar un término tan poco feliz como imposible) que pueda usted garantizarme el alargamiento de mi pene, ya que no dispongo de tal apéndice. Sería como proponerse peinar a un pescado.
De todas maneras, teniendo en cuenta su tenacidad y el interés que demuestra en ello viendo que me manda la misma correspondencia en forma periódica, le propongo lo siguiente: yo me implanto un pene, pequeño por defecto (mido 30 centímetros por el momento, con las espinas en reposo), para poder hacer que usted cumpla con lo que tanto desea. Luego usted, mediante su seguramente hábil y fantástica intervención, me lo agranda. Asumo que la medida final viene a pedido del cliente. Digamos, para dejar ya algunas cosas establecidas, unos veintitrés centímetros. Luego de eso, y con la estimulación pertinente, me dedicaría a embestir prolija y profusamente su lastimoso y pedorro culo con mi nuevo y “enlarged” choto. ¿Cerramos trato?
Suya.
Milton.
PD: Pincho un poco cuando estoy excitada, pero vale la pena.”
Otro:
“Estimado Arthur
Saludos cordiales.
Con respecto a su mail que recibí ayer, con encabezado: “Free Teen Online CamParty invite”, me gustaría compartir una idea con usted.
La verdad es que la pornografía me aburre, mortalmente. De todas maneras mentiría si dijera que no disfruto ocasionalmente de algún producto en esa línea, ya que me sorprende y maravilla lo delicado de los guiones y la esmerada puesta en escena de algunos filmes del género. Pero, teniendo en cuenta su invitación, querría hacerle una contraoferta: prometo consumir, comprar y entregar mi alma al infierno de los pop-ups si usted, querido Arthur (un nombre muy bonito, por cierto), me ofrece un producto en el que tres atléticos, jóvenes y saludables ugandeses morochos y sudorosos hagan con su, seguramente, consumido por la masturbación y podrido cuerpo todo lo que a mi jodida mente se le antoje. ¿Le parece? Si es así, no demore en contestarme y corro a comprar una webcam.
Suya.
Milton.”
Un último:
“Estimada Laura Gresci
Saludos cordiales.
Tengo sólo un comentario que hacerle a su agradable y desinteresada propuesta, expuesta en el mail que usted me envía, titulado: “Boletín de trabajo para masajistas”.
Usted se droga muchísimo, ¿no?
Suya.
Milton.”
Jeh.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario