lunes, 25 de febrero de 2013

Fragmentos VII




Not that we were incompatible: we just had nothing to talk about.
- Haruki Murakami, Norwegian Wood


*****


- (Se dedica a acomodar las aceitunas en la bandeja con estudiada desprolijidad. Van y vienen. Luego el silencio les hace otras cosas: se convierten en un tanque de guerra y en un dinosaurio a los pocos minutos) Vos sabés que yo no hablo con la gente, ¿no? En general. No, me corrijo: no hablo con la gente como esa cosa que no sé nombrar y que es regular y que es casi necesaria. Esa cosa de excelentes actores y sanos curiosos que tiene nuestro género.

- (Un conejo se queda sin orejas, luego de un trago se queda sin cabeza. Son aceitunas otra vez) Tu misantropía siempre me parece vagamente nominal. No. Me parece una medalla por una batalla que pasó hace mucho tiempo. Pero la acepto cuando la ponés sobre la mesa porque evita discusiones tediosas.

- Sabés conversar. Hablar. Ese es un rasgo muy elegante.

- Sé hablarte a vos. Tengo un entrenamiento casi olímpico en eso.


*****


- … y mi cabeza es bastante importante en mi laburo...

- Oh. Es cierto. Yo hago porno, no tengo ese problema.

- No, no. O sea: capaz vos sí podés. Yo no. No te estoy atacando a vos, estoy diciendo que yo borracha no sirvo para nada. Me río mucho y no me concentro.

- …

- ¿Te enojaste?

- ¿Me viste enojado alguna vez?

- No.

- No sé hacerlo.

- Perfecto. O no... no sé. Creo que prefiero que te enojes. No por boludeces, pero enojate.

- Enojarse es darle importancia a algo. Si es algo malo, es hacerle eco. No creo en alimentar lo que me hace mal. Creo, sí, en matarlo. Puedo matarlo con una sonrisa.

- …

- Prefiero hacerlo.


*****


- Love sucks.

- Nah. Uno hace mal las cosas. Y luego se vuelve un pelotudo.

- Sí, también. Son todas forras y nosotros todos pelotudos.

- Está bueno para una letra eso. Pero no sé si es verdad. Yo sé que la re manqueé con este asunto. Me gustaría saber que puedo hacer valer lo que es real.

- Supongo que dejar que decante solo. Pero esa es la parte difícil. Mantenerse al margen.

- Sip. Cuando pasan dos años te das cuenta de que era no sólo lo natural, sino que era lo que más te convenía.

- Y con gente como nosotros y nuestro "está bien" se hace casi imposible no interferir.

- Yo no sé qué hacer. Y entiendo todo, pero no sé qué hacer. Y, encima, tengo todo lo otro, pero no, claro, por naturaleza, tengo que estar como el orto.

- Jajajaja. Seh... Todas estas cosas apestan. Porque, además, pensás que sabés qué hacer.  Pero no funciona. Y si no lo hacés, te arrepentís.

- Todo el día con este tema encima. Una poronga.

- ¿Vos decís que a los gays les pasan estas cosas?

-  Los gays son todos putos.

- Nunca mejor dicho.

- Sí, lo pensé mucho. Es una frase célebre.

- Jaja.

-  Seguro en lo próximo que escriba va a estar. Me voy de la compu. Estoy muy borracho. Y estoy haciendo todo mal.


*****


- Me pasó lo peor del mundo.

- ¿Qué?

- Lo PEOR del mundo.

- ¿Qué?

- Lo PEOR. Lo menos de lo más bajo de lo más peor del mundo.

- ¿Me vas a decir?

- Me gasté la Master Ball en un Virizion.

- ¿Posta?

- Ni me dí cuenta . No sé cómo pasó.

- Malísimo.

- Lo peor.

- Dejá ese juego.

- Sí.


*****


- ¿No eras vos el que hablaba sobre los sueños?

- Los escribía. Che, hace frío. Hace mucho que no hace frío. Está bueno. Es de noche, también. No sé cuándo se hizo de noche.

- Hace frío, sí. La noche en las plazas aparece lentamente. No te escapes ¿Y entonces?

- Entonces nada.

- ¿Me vas a contar?

- Ya te conté. La soñé.

- El sueño, digo.

- No.

- ¿Por?

- Es difícil.

- No entiendo.

- No es que soñé con ella. La soñé.

- …

- La diferencia es puntiaguda.

- Creo, sólo creo, que te sigo.

- Soñé con ella. Con los emblemas de ella. Con la sensación que yo tengo de ella. Con la idea. Con mi idea. Con el conflicto y con palabras. Mías, suyas. Con silencios que eran palabras. Con una bombacha negra y una voz enojada. Con una idea, con una convicción de ella. Con un perro en un amanecer de sol y un gato. Con mi vértigo incrédulo cuando todo corría y yo no lo entendía. Con… no sé cómo decírtelo. Con calor y perfume, con tostadas y, luego, con todo un garabato negro y gigante, como un enojo de birome, que es lo que nunca pude entender o intuir. Soñé con lo que no supe preguntar a tiempo.

- Creo que te entiendo. No sé. Siempre sos igual. Generalmente es copado, pero a veces, sólo a veces, como esta, siento que no puedo engancharme con tus cosas. ¿Vas a escribirlo?

- Y, al final, cortando todo ese mamarracho negro que me angustiaba, una cara. Era ella pero era distinto. Era como el moai de la final del Arkanoid. Y la sensación de darle besos en toda la cara.

- ¿Vas a escribirlo?

- No. Estoy podrido de las cosas ideales que no hacen nada y de toda esa poronga. Quiero ver el partido de River y hacerme un pedazo de carne al horno con puré. Quiero que las noches sean para descansar. Quiero fumarme un pucho y jugar al Baldur’s Gate.


*****


- ¿Qué te pasa?

- Nada.

- Te estás sonriendo. Con vergüenza.

- Nada, nada.

- Es más: no te conozco esa cara. ¿Qué pasa?

- Cada vez que estoy en un restaurante o en un bar, cuando veo pasar copas heladas me excito.

- Sos un pelotudo.

- No, posta. Me pasa también cuando veo pasar un Old Fashioned bien armadito.

- Sos un pelotudo.

- Esa cereza…


****

I see what is right and approve, but I do what is wrong.
- Anthony Burgess, A Clockwork Orange





No hay comentarios.: