miércoles, 19 de diciembre de 2012

Fragmentos VI




I wanted to try this new drink: That’s all we do, isn’t it - look at things and try new drinks?
- Ernest Hemingway, The Complete Short Stories



- Si es de verdad, sucede.

- Si, ¿no?

- Sí. No tiene sentido demorarse en "podría seres" o "debería seres." Si no pasa no es verdad. Y si es verdad (si es cierto, si es real) pasa porque ninguna otra cosa debería (podría) pasar. 

- Porque ya no aguanto que no pase.

- Exacto. No sabría exponerlo de manera más clara. No que no te pase -que te pasa-, sino que no pase.

- Porque no tiene porqué no pasar si es verdad.

- Ahá. Nada puede evitar que suceda la verdad. No con el cariño.

- Porque estoy roto y aburrido y enfermo de muerte de que no pase.

- Me gusta mucho como hablás a veces, varón. Y porque es verdad. O porque no lo es, si no pasa. Si es lindo, si es luminoso, si es amor, si ES, entonces pasa. Si no pasa, entonces no es. No lo prolongues. No prolongues tu guardia, no duelas conversaciones que no son, no veles.

- Es por la verdad, ¿no?

- Es por ser un hombre. Y por la verdad. Nada más importa.



And find
What wind
Serves to advance an honest mind
- Jonh Donne, Song


lunes, 3 de diciembre de 2012

Pining for the Moon



That bright, tight forever drum
Could not describe nightswimming

¿Sabés qué? También llovió esa noche.

**

I forgot my shirt at the water's edge
The moon is low tonight

La espalda parece ser la mía.
No tiene el tatuaje, ni la forma de mi presente.

**

Parece  mi espalda pasada.

**

Estoy (si soy yo, la cámara es inconstante pero es siempre trasera) sentado en un tronco caído. La irregular corteza me llena las nalgas de árbol. Tengo un pucho (encendido, gracias) en la mano derecha y un porrón abierto y sudado de Budweiser en la izquierda.

Estoy muy doblado, hasta lo improbable. Las vértebras lumbares parecen querer romper la carne e irse pronto de mi cuerpo.

“Bicho bolita.”

Dice algo, desde algún lado, con voz de nena, con voz de pito, con voz de viento, con voz de cereza y de desayuno. Esa voz, entiendo, me llena de tristeza.

The photograph on the dashboard

**

Entiendo también que no quiero estar ahí.
Ya no me cabe duda de que ese soy yo.

**

“No quiero hablar con vos.”
Quiero decir. Eso. Eso quiero decir.

Y no sale nada y aprieto con fuerza el cuello de caramelo de la cerveza y me duele como soñador y como soñado y los huesos en la espalda tironean y se mueven bajo la carne como hormigas furiosas.

Nightswimming deserves a quiet night

Delante, negro y brillante, luctuoso y con olor a lluvia y a tierra, hay un río manso y nocturno.
Oscuro como los ojos de una rata, como una noche líquida y limpia.

Pito y tomo un trago.

**

Ahora veo mi perfil y, sí, soy yo.

**

Me pongo de pié, me arranco un pedazo de corteza del traste y me enderezo todo lo que puedo para calmar la espalda, para tranquilizar a los huesos. Quiero irme de ahí.
Pero también sé que quiero el daño de esa noche.

I'm pining for the moon
And what if there were two
Side by side in orbit
Around the fairest sun?

“Hablemos”

Dice, desde más cerca.

Es mentira. Lo sé.

Mentira es la palabra que me escriben los huesos bajo la piel, rayándome los pulmones y los riñones.

Pito largo y profundo y la brasa se enloquece y achancha y me ilumina los ojos.

Mi espalda es pasada, mi rostro no.

**

Es esa cosa ajena que veo por la mañana cuando me voy a lavar los dientes.

**

Tiro el pucho, dejo la cerveza sobre el tronco y me rasco la cabeza. Pienso en el agua.

“Te extraño”

Insiste, ahora desde adelante, sea lo que sea eso en este sueño y con esta cámara, la voz hecha de tostadas y sonrisa a medias.

I'm pining for the moon
And what if there were two
Side by side in orbit
Around the fairest sun?

Quiero creer. Con fuerza. Con la intensidad y la verdad del capricho de un chico. Oh, sí. Oh, sí que quiero.

Quiero

I'm pining for the moon
And what if there were two
Side by side in orbit
Around the fairest sun?

No puedo. Los huesos no me dejan. Me agitan la memoria. Me rayan palabras en el cráneo, me rompen los ojos por dentro, me devuelven las noches en vela y la lluvia en la terraza.

Every streetlight reveals the picture in reverse

Me golpeo el pecho, las tetitas, me pego en los ojos y en el pene, en la boca y en los muslos.

I forgot my shirt at the water's edge
The moon is low tonight

Me tiro al agua.

Algo quiso escucharse, la voz quiso escucharse, pero el agua tapa todo. Envuelve y apaga. Aplaca y llena. La resistencia del agua contra mis brazos, contra mi pecho, el frío en el vientre, todo me dice que ahora sólo hay agua. Nada más. Un breve santuario de río me cuida ahora.

El agua es oscura y blanda. Parece una boludez, pero es mojada. Me río, submarino, porque eso me sorprende y me enternece. Mojada y fría. 

Agua. Tiempo.

Tiempo. Tiempo. Es todo tan inmediato.

Salgo. Debo salir. Quiero escuchar y quiero irme. Quiero ahogarme y quiero enfrentar. Los huesos no saben doler bajo el agua. Pero quiero saber si pueden dejar de doler.

Salgo.

Still, it's so much clearer

Está ahí, de alguna manera, sobre la superficie del río, todo mirada y piernas.
Está y mira, como siempre, como si todo estuviera bien. Como si yo pudiera con la carga solo.

You, I thought I knew you
You I cannot judge

“Hablemos.”

Siento eso, no sólo lo escucho. Lo siento de la misma manera que sentí el agua mojada y fría. Las costillas se me rompen dentro del pecho y silabean: men ti ra. Pero hay agua además de desayuno y cerezas en esa voz.

You, I thought you knew me,
This one laughing quietly underneath my breath

No quiero hablar de mí. Quiero hablar de vos.

Abro la boca, una gota me hace cosquillas en la nariz.

**

Despierto.
Esta noche, también, va a llover.


They cannot see me naked
These things, they go away,
Replaced by everyday

jueves, 15 de noviembre de 2012

Fragmentos V



Talk, talk, talk: the utter and heartbreaking stupidity of words.

- William Faulkner, Mosquitoes: A Novel



***** 

- ¿Seguís soñando?

- No. Es decir, sí. Pero no como lo hacía, no de esa manera imposible, no con esa intensidad ni ese vértigo. Sueño como sueña cualquiera: un montón de caos en colores y algunas boludeces inmediatas hacia atrás o hacia adelante en el tiempo. Su cara, una almohada, un león suelto en una escuela, que soy un búfalo, una Corona abierta en la cocina, un campo lleno de flores que se hacen rostros que conozco y luego diablos y luego campanas y me despiertan.

- Una cagada, ¿no?

- No lo sé. Muchas veces extraño el tiempo en que soñaba de verdad. Me sentía único. Hoy sé que esa es una pasión burda. No hay nada que nos uniforme más que el hecho de sentirnos especiales. Lo extraño, sí, pero es una carga menos. Sin Esfinge, sin planos improbables, sin tener que entender voces o rodillas o canciones o baches narrativos o tantas marcas en una pared infinita. Despertarme y rascarme una nalga e ir a lavarme los dientes sin tener que redescubrir el mundo.

- ¿Y escribir?

- No escribo.

- ¿Y entonces?

- Le presté bastante atención a las personas últimamente.

- Vos no deberías hacer eso.

- No. Ya sabés, ¿no? Te enteraste de lo que pasó, digo.

- Sip.

- Malísimo. 

- Malísimo.


*****


- ¿Hacés fotocopias?
- Sólo cuando un trámite me lo obliga.
- …
- No somos librería, fíjate un par de locales más allá.


***** 

- No se puede discutir contra la verdad.
- Conociéndote, Fer, se puede discutir contra cualquier cosa…


*****


- (espera a alguien en un banco de plaza. el abrasado tiempo entre pucho y pucho va rumbeando hacia lo intolerable. está tenso -la palabra miedo levanta un toque la voz- y está pensando en que preferiría levantarse e irse e inventar algo. es bueno para eso)

- (en el banco, lo ve ahora, buscando el próximo paquete de cigarrillos, a la derecha de su mochila, se lee, en esforzada y desconocida y hermosa caligrafía femenina: “quisiera verme siempre en el espejo de tus ojos”)

- (el cielo es el mismo de siempre. entiende eso. saca la cartuchera y encuentra un marcador negro. escribe, en esforzada y propia y hermosa caligrafía masculina: “los espejos hacen magia -‘mirrors do magic’, no recuerdo con precisión el origen de la cita-, pero los espejos no reflejan nada que no estuviera ya allí y los espejos se rompen. pd: la palabra correcta es ‘querría.’” guarda el marcador, guarda la cartuchera, se calza la mochila. entiende que el cielo es el mismo de siempre, se levanta y se va. no mira una sola vez hacia atrás)


*****


- ¿Pensaste en que iba a pasar eso?

- Claro. Incluso lo hablé. Le manifesté mi inquietud.

- ¿Posta?

- Era súper evidente. Ambos me lo estaban diciendo silenciosamente a gritos.

- ¿Y entonces?

- Quería creer.

- ¿En qué?

- En creer. En que era singular. Creía en el “she is a friend of my mind” y todas esas pelotudeces que siempre me justifican y me matan. Soy congénitamente idealista.

- ¿Querías? De cariño, digo, no de ganas de creer.

De esa forma seria en la que me sale muy pocas veces y que entiendo que es muy verdad.

¿Entonces? Hace meses que me dijiste que era un error.

- Quería creer.

- ¿Y ahora?

- Ouroboros.

- Sos un pelotudo.

- Eso es verdad. Ouroboros.


*****


- (suelta el joystick, lo deja en el sofá, un muñeco deja de tener quien le diga qué es lo que tiene que hacer) No puedo hacer esto. Me jode. Vamos a tomar algo.

- ¿Vas a volver a la carga? ¿Qué pasa ahora? Pensé que habías dicho todo lo que querías decir. Fue un gran vómito de palabras.

- Todo se trata de entender cosas.

- Son giladas, todo va y viene. Vos sabés cómo es: te levantás meado.

- No. Sí. No. Ahora entiendo una cosa que no entendía. No, me corrijo: que entendía de otra manera.

- (pone el juego en pausa, sonríe) Contame.

- Hace un tiempo entendía que era inmortal y que iba a vivir todas las cosas.

- Jum...

- Ahora entiendo que soy inmortal y sólo voy a vivir para siempre.

- (saca la pausa, sonríe otra vez) Genial. Olvidate. Dame scroll que tengo que llegar hasta allá arriba.

- OK.


*****


I’m an egotist, but I’m not selfish. There’s a difference. I’m a neurotic, I guess. I can’t stop thinking about myself. It isn’t that I think myself so important… I simply can’t think about anything else, that’s all. If I could fall in love with a woman that might help some. But I can’t find a woman who interests me.
- Henry Miller, Tropic of Cancer




miércoles, 25 de abril de 2012

Fragmentos IV



Don't play what's there, play what's not there.
- Miles Davis




*****
- (Se quita la campera, encuentra veinte pesos en un bolsillo, sonríe, la sacude, la tira sobre un sofá) … algunas veces.


- ¿Sí?


- Sí. Sé cuales son mis límites en lo intelectual, en lo emocional y en lo artístico, que es el equilibrio entre ambas cosas. Y tengo affairs descontrolados con ellos, con mis límites. Pero no los desconozco cuando despierto. Me gusta, algunas veces, y a eso iba, pensar que, en mi muy retorcida manera, tengo una marcada sofisticación con ciertos gustos. Que soy elegante en algunos aspectos, que soy exigente. Pero, también algunas veces, llego a una encrucijada que me niega eso.


- Te sigo, pero poco.


- El fiambre que más me gusta es el salchichón con jamón.


- Sos la plebe.


- Y aún no viste mis medias de entrecasa.




*****




- Vos sos un BO LU DO.


- Vos decís… ¿zoológicamente?


- No me rompas más los ovarios con los discursos. No te creo.


- Bueno, estamos madurando juntos.


- (Aún no levantó la vista del delfín de cerámica rosada que está pegando con La Gotita) No te creo el discursito del tarado que no sabe lo que hace.


- Esto es occidente, hay libertad de credos.


- ¿Vos sabés que es lo que le atrae a una mujer de un hombre?


- Si fuera la ignorancia absoluta en ese tema, yo sería Hugh Hefner.


- Hacete puto, boludo.




*****




- (Mira una mesa, en lo alto de la noche, en la que tres tipos que parecen esas bolsas llenas de pelotas de handball que hay en los gimnasios de los secundarios acaban de recibir unos sánguches de algo indefinido y frito rodeados de ingentes porciones de papas fritas que podrían acabar con el hambre en África) Los rugbiers son lo peor del mundo. Y se compran ropa en Kevingston. Comprarse la ropa en Kevingston es como pegarle patadas a un bebé en la cara. Con borceguíes.




*****




- Estoy podrido.


- (Bosteza, de manera espléndida, un bostezo de Oscar) ¿Cuándo no?


- (Está no sacándole punta a los lápices de colores con un Tramontina) De todos los que vienen a enseñarte como tenés que ser libre. De los veganos, de los no veganos, de los que te venden la mística azteca o polaca o de cualquier puto folclor olvidado, de los que idolatran al arte porque, como el neandertal que no entendía el rayo, no lo entienden, y por eso no lo cuestionan… de toda la gente que te dice que tenés que ser contestatario cuando no entienden las preguntas… al final todos los buenoides insípidos que levantan la voz en los lugares equivocados para poder coger a las minitas o minitos que le gustan las rastas o los sombreros cubanos terminan haciendo el laburo de los que no tienen que ganar en este juego.


- ¿Y eso es?


- Tarde o temprano tanta movida vacía, tanta movida que termina en lo gris y en lo triste, que NO es el fracaso (ni el éxito tampoco, naturalmente), termina convenciéndolos de lo que Ellos quieren.


- ¿Y eso es?


- La más grande de las mentiras: que no queda nadie para salvar el mundo.


- (Levanta una ceja que se recorta en un arco perfecto, otro gesto dramático inmejorable, es admirable) ¿Estás tratando de enseñarme como tengo que ser libre?


- Claro.




*****




It is easy to mistake a woman for a philosophy.
- Zadie Smith, On Beauty


sábado, 25 de febrero de 2012

Fragmentos III



People change and forget to tell each other.
- Lillian Hellman


*****


- ¿En serio? ¿Ese flaco, Fer? No te sientas mal, es absurdo. Es muy parecido al wachiturro orejón.

- (Apaga el Lucky en el vidrio frío del cenicero cuadrangular con una sonrisa sincera, levanta la vista, suspira) Gracias. Gracias por este momento. De verdad.


*****


- ¿Y te gusta?

- (Revolea las manos con vago gesto de mariposas borrachas) Pséééé...

- Eso no suena muy convincente.

- ¿A vos te gusta algo? En este ámbito.

- Claro.

- ¿Lo poseés?

- No.

- (Pone cara de touché) Claro.


*****


- ¿Pero qué pasó? La verdad, por favor.

- (Deja el libro -que no estaba leyendo- sobre la mesa, busca los puchos, enciende uno de la peor manera posible, se arremanga la ya arremangada camisa) ...

- (Deja el esmalte sobre la mesa, sonríe como un villano de James Bond, se relame como un tigre) ¿Espero o hablo sobre otra cosa?

- Esperá.

- (Tapa el esmalte,) Bueno, ¿Espero a...?

- (Pita, profundo) Estoy viendo por donde terminar.

- No por dónde empezar. Por donde terminar. Que pintoresco de tu parte. Que buena finta.

- No, realmente, empezar... empieza como todo.

- ¿Y eso es?

- Ella dijo cosas.

- ...

- Luego yo dije cosas.

- ...

- O viceversa, es lo mismo. Y después... después el mundo se volvió un lugar desagradable, hostil. Hostil. Pero eso no es lo malo. O no lo realmente malo. Después de eso el mundo se volvió un lugar... NUEVO. Distinto. Porque nadie puede desdecir lo dicho. Las palabras son poderosas. Eso de que se las lleva el viento... es una mentira grande como la Luna. Las palabras modifican el universo. Y ese lugar... esa cosa en la que se había vuelto el mundo... era nueva, no estaba preparado para eso.  No era lo que estaba bien. Y nunca pude conciliar con ese hecho. Nunca pude sentir, otra vez, que el universo funcionaba bien.

- ¿Y entonces? ¿Cómo termina entonces?

- Meses después yo estoy acá. Esta es mi cara. Estos son mis ojos. Acá estoy, después. Así termina. Es un buen resumen. Puede no parecer agradable a algunos. Pero es la verdad. Y nada más importa.

- Jamás pensé escuchar tu rendición. ESO es nuevo.

- Me modificó, sí. Alguna vez alguien me iba a vencer. Así funciona. Así debe funcionar. Y está bien...

- ¿Sí?

- No sé. Sí. No sé. Tengo que creer en algo, ¿no? En la importancia de algo. En lo que se dice y en lo que se hace. En lo que se es. Intrínsecamente. Si no nada tiene sentido. ¿No?

- (Abre el esmalte) Pasame un pucho, por favor.


*****


- Nos veremos en el infierno.

- ¿Por entres las llamas?

- Oh zi.

- Me gustan las llamas. Más que los guanacos o las alpacas, por ejemplo.

- Sí, a mí también.

- Voy a hacer un programa que se llame "Llamas en Pijamas". Va a ser un golazo.

- Yo lo voy a mirar.

- Voyeur.

- Sip.


*****


- Sos linda.

- Por tu culpa.


*****

- No seas tan duro, es una piba inteligente, además.

- Ah, no... no vayas por ese camino. Entiendo que te guste porque está buenísima, especialmente cuando se viste así, pero no necesitás parar en la estación del soporte intelectual para justificarlo.

- ¿ME guste? Estábamos hablando de vos. De TU gusto. No entiendo en qué momento torciste la conversación.

- No quieras confundirme con tu dialética. 


*****


Conversation between Adam and Eve must have been difficult at times  because they had nobody to talk about.
-Agnes Repplier




domingo, 19 de febrero de 2012

Febrero


Reality is that which, when you stop believing in it, doesn't go away.
-Philip K. Dick

 
Soñé piel. Soñé piel y una bombacha blanca.

***
 
El cielo sangraba, lento y seguro, nubes y se extendía, como todo cielo, de manera total, azul y plano, dentro del rango de mi vista.

***

¿Cómo tan poco tiempo se replica, se come, anega, se hace dueño de tanto tiempo?

Eso pensé antes de dormir, luego del pucho último y las habituales veinte páginas del libro de la mesa de luz.

***

Zapatillas blancas, jean azul, una camisa de color indefinido y los ojos muy abiertos mirando un cielo demasiado brillante como para distinguir formas.

¿Qué son días? ¿Qué son noches? ¿Qué es lo que te maneja?

Apenas se entiende eso, nublado, como mi visión, viniendo del cielo.

El cielo habla. O eso parece.

Hay un pájaro, que también es un gato y también es un pez, colgado, gigante y verde y dorado y hecho de olor a lluvia y de pecas y de una voz que ya cambió, en el cénit.

Luego, esas cosas que son inefables y que son de los sueños:

La consistencia de un pezón, el olor de una piel, el ascua de un cigarrillo en la oscuridad, muchas charlas hechas de palabras primeras y sinceras y la sensación de ser completo.

Todo eso, como las preguntas, como el ¿Qué son días?, desprendiéndose directamente desde el pez, que también es pájaro y también es gato, que está colgado, todo de olor a lluvia, en el cielo.

Hay mil nubes. O más. Rayan el cielo a una velocidad que es imposible. Corren de izquierda a derecha y dan vértigo.

Entiendo, porque es sencillo, que es una forma de hablarme del tiempo. 

Entiendo eso y siento el olor y la orografía de un cuerpo. Entiendo eso. Lo sufro, lo aprendo. Entiendo, ahora, también, la forma, la bombacha blanca, el símbolo y la forma circular de mi tiempo.

Entiendo las zapatillas y el hecho de no estar ahí.

Entonces se hace de noche.

Uno nunca, nunca nunca nunca, nunca nunca nunca, nunca nunca jamás se puede cansar de ver las estrellas. Especialmente cuando son tantas.

Y ahora es el gato, que también es pez y también es pájaro y también empieza a romperme las pelotas, el que está colgado de este cielo nocturno.

Y las estrellas siempre cuentan historias, siempre escriben eso que nadie va a volver a recordar, porque alguien tiene que ocuparse de la memoria, alguien tiene que saberlo todo. Siempre escriben eso que uno mete bajo la alfombra, porque cree que ya no sirve, porque ahora duele, porque ya no es.

El valor es, tal vez, la virtud que más persigo. Porque me es la más esquiva. 
Es... doloroso saber que tus palabras son mejores que tus acciones, que tus ideales son mejores que tus realidades, que tu fuego es tímido y pequeño como para alumbrar aquello que querés ver. Aquello que buscás. Tu deseo-del-corazón.

Canta el gato. Canta porque todo, siempre, puede ser canción. Porque es mucho más sencillo entender ese estímulo que el duro y básico ¿Qué son noches? Canta porque es piadoso. Porque sabe que fallo, pero también sabe que quiero.

Sol. Pienso. Eso quiero. Quiero eso.

Y, entonces, entiendo.

Todo lo que duele deja de doler cuando entendés que es verdad.

***
 
Despierto.

Lo malo de la mentira, entre muchas otras cosas, lo realmente malo de la mentira es el saber, el entender cabalmente, que algo que no es tiene el mismo poder que algo que sí es. Que crece y se reproduce y hace metástasis de una manera tan fuerte como la verdad si no hay nada (si no hay nadie) que la detenga.

Pero la verdad, oh, boy, es linda como el olor del pasto recién cortado, como una taza de café al despertar, como el pucho que un amigo te pasa en silencio en el medio de la noche.

Es bueno cuando uno elige sus batallas. Pero sirve, también, cuando la batalla lo elige a uno, saber, sin dudarlo en lo absoluto, en qué lado del tablero se quiere ubicar.

Are you really sure that a floor can't also be a ceiling?
-M.C. Escher