The purpose of art is washing the dust of daily life off our souls
- Pablo Picasso
Este video me lo acercó una jovencita (jovencita hasta el punto de la niñez) catalana a la que semanalmente falto el respeto editándola, siendo que escribe harto mejor que yo y no tiene una sola fisura en forma, fondo o estilo.
Ambos jugamos mucho.
Y lo hablamos.
No voy a extenderme mucho, el video hace que todas mis palabras (hablar sobre propuesta, narrativa, reinvención del idioma, disfrute sensorial) sean supernumerarias.
Un par de consideraciones:
El juego.
El juego es intrínseco al ser humano. Es una de las primeras actividades comunicativas que tiene y es una que mantiene hasta el final de su vida. Desde el sonajero hasta las bochas.
El juego es la manera en la que el lobato aprende a cazar.
Jugar.
El videojuego.
No es un pasatiempo.
No es un lujo.
Es, como todo arte, en el ejercicio y en el goce, en producirlo y en disfrutarlo, una forma de ser inmortal. Una forma de cambiar el mundo.
Algunas veces en esta vorágine de estímulos y de confusión que dura noventa años y que llamamos vida suelo sentirme perdido, pero otras tantas no me cabe ninguna duda de quién soy.
Este video (como una copa de vino, un pucho compartido con un amigo o la empatía con el joven Ishmael y su sacrificada historia) me sopla parte de la respuesta a eso.
Si se le presta un poco de atención al señor Zimmerman en el comienzo, él habla sobre la entrada a una "Ludic Age". Creo venir hablando sobre eso con varios amigos desde hace una buena cantidad de tiempo a esta parte.
Me enorgullece que de la óctuple lista que se propone en el final (Okami, Another World, Elite Beat Agents, Psychonauts, Beyond Good & Evil, REZ, Killer 7, Planescape: Torment) yo haya disfrutado integralmente de todos.
Jueguen, gente, jueguen.
Salud.
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