"Inject a few raisins of conversation into the tasteless dough of existence."
- O. Henry
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- ¿Soñaste?
- Ahá.
- ¿Qué soñaste?
- Tetas, la muerte, mil perros meando, el mar, doce espejos haciendo doce caras mi cara… y luego cosas que me duelen de miedo.
- Nunca tuve un sueño que me diera miedo
- No soñaste nunca entonces.
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- ¿La inteligencia es atractiva?
- Sí. Eso digo. Es mejor que cualquier otra cualidad.
- No sé si sos inocente o tonta o decididamente maligna.
- ¿No pensás eso? ¿No pensás que la inteligencia estimula el gusto? Incluso: ¿no pensás en que es afrodisíaca?
- Contale ese chiste a la mina que me gustaba. Te va a dar un gran remate.
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- Sí. Ambos la amamos. Pero yo la amo de verdad.
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- Es… una elección… muy poco mainstream para tener una fantasía.
- Si, ¿no? Es feíto, pobre. Pero de a ratos lo tengo en la cabeza, fuerte.
- No sé qué decirte. No es como si fueras nazi, o hincha del Chelsea, o mataras bebés con un sacabocados. No voy a dejar de hablarte por eso, pero dame un rato, tengo que acomodarme un toque estéticamente.
- Seguro hice algo muy, muy malo en otra vida.
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- Los enamorados son una mutación deletérea de los descorazonados.
- Y ahí va de vuelta...
- Afortunadamente no viven mucho: entre dos y seis meses. Casi nunca se reproducen.
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- ¿Vos cómo estas?
- Mundial.
- Me alegro mucho, che.
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- Claro que me gustan mis amigos. Pero más me gusta mi soledad. Ella suele elegir mejor el alcohol.
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"I'll Leave You Alone Forever Now ."
- Bryan Lee O'Malley, Scott Pilgrim’s Precious Little Life
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